Lugares sagrados
El lugar donde se encuentra en la actualidad el Monasterio de los Monjes Silenciosos sirvió de parada en el camino para los peregrinos de Jaffa a Jerusalén en el siglo XIX. Tras venderse a la Orden de San Benito, el llamado Monasterio de los Monjes Silenciosos se construyó en 1890 y, hasta 1960, sus normas incluían un voto para abstenerse del habla ociosa y mantener el silencio en todo momento, excepto durante la oración. Una gran iglesia y las dependencias se encuentran en los terrenos del monasterio, con un bello jardín y un modesto patio.