Ruta circular con vistas del paisaje y lugares de interés histórico
Un peñasco con vistas al mar de Galilea y a los Altos del Golán, un asentamiento antiguo (incluyendo las ruinas de una magnífica sinagoga), rutas de senderismo que llegan a la fortaleza de la cueva enclavada en las grietas del peñasco... Todo eso le espera en el parque nacional y reserva natural del Arbel. Recientemente, la Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel restauró el dintel encima de la entrada de la antigua sinagoga y está trabajando actualmente en la conservación de la fortaleza de la cueva.
Principales puntos de interés:
Una ruta que lleva a la fortaleza de la cueva y que incluye una desafiante subida por una escalera de estacas
La vegetación del peñasco
La fortaleza de la cueva
El peñasco del Arbel
Una ruta para observadores de aves ideal para toda la familia
Pintorescos miradores
En lo alto del peñasco del Arbel hay una ruta para observadores de aves que lleva a tres pintorescos miradores
Acciones de la Autoridad de la Naturaleza y Parques para mejorar el servicio para los turistas y conservar el lugar
La Autoridad creó un aparcamiento, construyó baños públicos, marcó una pintoresca ruta para toda la familia, y conservó y restauró la fortaleza de la cueva, además de partes de la antigua sinagoga.
Llegar al parque nacional
Desde el cruce de Kfar Hittim en la autopista 77 (la carretera que lleva de Tiberíades hasta el intercambio del Golán), tome la autopista 7717, y desde ahí diríjase al moshav de Arbel. Justo antes de la entrada al moshav, gire a la izquierda, rodeando el moshav por su parte izquierda. Después de 1,1 kilómetros, llegará a las ruinas de Arbel y a la sinagoga y, después de otros 2 kilómetros más, al parque nacional.
Información
La reserva natural del Arbel forma parte de la meseta de Arbel, una llanura alta de basalto situada en la región de la baja Galilea. Se eleva gradualmente hacia el este, acabando en un enorme risco de caliza y dolomita con vistas a la llanura de Ginosar y al mar de Galilea.
En la reserva se da una variedad de flores raras, como el jacinto (que florece en diciembre) y el tulipán de Sarón (que florece a finales de febrero y en marzo), además de variedades de plantas únicas en el peñasco, entre las cuales hay centaureas, rosularias y claveles. De diciembre a febrero, es posible que la reserva reciba la visita del treparriscos, que es un ave no muy común. Su color general va del gris al negro, pero cuando extiende sus alas se pueden ver brillantes colores blancos y rojos.
Al norte del Arbel está el monte Nitai, con un impresionante peñasco que se eleva a 98 metros por encima del nivel del mar. El monte Nitai está dentro de la reserva del Arbel, pero fuera de los límites para los visitantes.
La sinagoga antigua
El erudito Edward Robinson descubrió las ruinas de esta magnífica sinagoga en 1852 y desde entonces se han realizado varias excavaciones en el lugar. El estilo arquitectónico y los hallazgos en aquí llevaron a los investigadores a asumir que la sinagoga se construyó en el siglo IV y que estuvo activa hasta el siglo VIII.
En su período temprano tuvo una sala con tres hileras de columnas, creando un cuadrilátero incompleto (de tres lados). Las columnas sostenían las galerías superiores y había bancos que bordeaban los muros. La parte oriental del muro norte tenía un compartimiento labrado en su superficie, con una puerta pequeña y que posiblemente se utilizaba para recoger donativos.
Parece que el edificio original fue demolido, aunque no se sabe cuándo. Después, se erigió una nueva sinagoga en su lugar, aparentemente en el siglo VI. Los restos actuales del lugar se corresponden a la sinagoga nueva, que era muy diferente de la anterior, pero los constructores usaron muchos elementos de la sinagoga vieja a la hora de edificar la nueva. Los cambios principales fueron la adición de un nicho redondeado en el muro sur para albergar el arca de la Torá, una plataforma de lectura para la Torá, un suelo de piedra restaurado y una entrada adicional en el muro norte, que probablemente formaba parte de otra fachada del edificio. El patio se agrandó hacia el norte, reposando sobre dos largas salas de techos abovedados.
Aparentemente la sinagoga se destruyó en un incendio, posiblemente debido al gran terremoto del año 749 que dañó muchas comunidades adyacentes al Gran Valle del Rift. El terremoto se conoce tradicionalmente como el terremoto del año sabático, por el momento en el que se produjo. Recientemente, la Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel recreó la entrada principal del edificio a partir de las partes originales que quedaron dispersadas por el lugar, y ahora adorna el lugar en su totalidad.
El camino de la ruta
1. El mirador del Algarrobo
Desde la entrada del lugar, siga las marcas negras hasta llegar al mirador del Algarrobo, cuyo nombre proviene del árbol de algarrobo que hay al borde del peñasco. El mirador muestra una de las vistas más preciosas de Israel: el mar de Galilea, los Altos del Golán, el monte Hermón y la parte oriental de la alta y baja Galilea.
2. La fortaleza de la cueva
El camino gira hacia el este y desciende por una empinada ladera. Los postes instalados por la Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel son de mucha ayuda durante el descenso. El camino desciende hasta llegar al pie de la montaña, y luego gira hacia el oeste. Después de unos 800 metros, la ruta marcada en negro se junta con otra, marcada en rojo. Gire a la izquierda y siga el camino rojo, que le llevará a un gran conjunto de grutas, con enormes muros en sus partes frontales, hechas de piedras de basalto negro y de caliza blanca. Esta es la fortaleza de la cueva (Qalaat Ibn Maan) del siglo XVII, construida presuntamente por Ali Beg, hijo del emir druso Fakhr-al-Din, de la familia Maan. Las cuevas que ya había en el lugar actuaron como base para la construcción de la fortaleza. Entre los hallazgos de las cuevas se encontraron objetos del período helenístico, incluyendo monedas y baños rituales. Supuestamente estas cuevas se usaron en el año 37 antes de nuestra era por zelotes galileos en su lucha contra Herodes, que actuaba de parte de Marco Antonio. El antiguo historiador Josefo describió estos sucesos en sus escritos, en los que mencionó a los rebeldes que estaban en cuevas cerca de la aldea de Arbel: estas cuevas estaban en los precipicios de escarpadas montañas, describe Josefo, y no se podía acceder desde ningún otro lugar sino a través de unos pasadizos sinuosos y muy angostos ("La guerra de los judíos", libro 1, capítulo 16). Herodes solo consiguió derrotar a los rebeldes colocando a sus mejores soldados en cajas que bajaron hasta las cuevas. Todos los zelotes lucharon hasta la muerte, ninguno se rindió.
3. El peñasco del Arbel
El camino con marcas rojas ahora va cuesta arriba por el enorme y empinado peñasco de Arbel, que se eleva a 180 metros por encima del nivel del mar y a 390 metros por encima del nivel del mar de Galilea, que se originó a raíz de los mismos sucesos que crearon el Gran Valle del Rift y otras grietas geológicos en la baja Galilea.
Suba con cuidado, utilizando las cuerdas y los postes colocados en la roca. En lo alto del peñasco podrá respirar a fondo, contemplar las magníficas vistas y completar la ruta.
Ruta para observadores de aves
La Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel trazó en lo alto del peñasco una ruta especialmente pensada para observadores de aves. La ruta es adecuada para toda la familia, y se tarda de unos 30 minutos a una hora en completarla.
Los miradores para observadores de aves son los siguientes:
Mirador del Kinéret: vistas a la parte sur de los Altos del Golán y al mar de Galilea.
Mirador del Algarrobo: vistas al mar de Galilea, los Altos del Golán, el monte Hermón y a la parte este de la alta y baja Galilea. El mirador se construyó en memoria del general de brigada Luntz.
Mirador del monte Nitai: vistas desde el monte Nitai hasta el norte de Arbel.