Visit the archeological site
La forma de vida y el pensamiento de los residentes de la antigua Qumrán encendían la imaginación y, con los hallazgos descubiertos en el Parque Nacional de Qumrán podemos llegar a conocer de cerca a la gente de la secta del desierto. La nueva ruta accesible que ha asfaltado la Autoridad de la naturaleza y los Parques de Israel ofrece la ocasión a las personas con discapacidad de visitar el lugar de forma cómoda.
Principales puntos de interés:
Una película sobre la historia de Qumrán
Puntos de observación
Un mirador desde el extremo del lugar sobre las cuevas donde se encontraron los manuscritos del mar Muerto y encima de las cascadas del torrente de Qumrán.
Un mirador desde la fortaleza
Actuaciones de la Autoridad de la Naturaleza y los Parques de Israel para mejorar los servicios al visitante y preservar el lugar
La Autoridad abrió las excavaciones arqueológicas del lugar y también las mantiene. La Autoridad ha hecho que el camino de la visita sea accesible para las personas con discapacidad y ha instalado señales explicativas e ilustraciones adecuadas para los que tienen una discapacidad visual. La Autoridad ha producido una película sobre la historia de Qmrán y montado un museo pequeño donde se muestran una serie de objetos. Hay un quiosco en el sitio que lleva el Kibbutz Kalya.
Se puede concertar visitas del lugar por adelantado por teléfono: 02-6541255
Cómo llegar aquí:
El Parque Nacional de Qumrán está junto al Kibbutz Kalya. Desde la ruta 90, gire hacia Kayla y, luego, inmediatamente, gire hacia el Parque Nacional.
Descrición
Las ruinas de Qumrán se han identificado como el asentamiento de Shaha, que aparece mencionado en la Escritura. El lugar se hizo internacionalmente conocido gracias a los escritos antiguos que se descubrieron en unas cuevas cercanas. En 1947, un pastor beduino descubrió una cueva junto a Qumrán que contenía alrededor de una docena de tarros de barro. Un tarro contenía pergaminos de cuero en tres rollos – el libro completo de Isaías, el Comentario de Habacuc (Pesher Habakkuk) y las normas de la comunidad. Otros beduinos que conocían el secreto siguieron buscando y descubrieron más rollos: La guerra de los hijos de la luz contra los hijos de la oscuridad, el rollo de acción de gracias, el segundo rollo de Isaías y el Genesis apócrifo. El 29 de noviembre de 1947 en Bet Lehem, el profesor Eleazar Lipa Sukenik compró tres de los siete rollos, que habían sido descubiertos. Cuatro se llevaron de contrabando a América y, en 1954, se pusieron a la venta. El profesor Yigael Yadin, hio de Sukenik, compró estos cuatro rollos para el Estado de Israel. Este descubrimiento produjo un revuelo, por todo el mundo, lo que hizo que las cuevas del desierto de Judea fuesen examinadas a fondo. La búsqueda dio como resultado unos 900 pergaminos escritos en hebreo, arameo y griego. La mayoría de los pergaminos estaban rotos y todavía no ha concluido su examen. Basado en lo que estaba escrito en los pergaminos, así como en los hallazgos en Qumrán, la mayoría de los investigadores han concluido que los residentes del lugar pertenecían a la secta de los esenios, a los que se menciona en la investigación como la secta del desierto de Judea o el pueblo del Yahad. Tenían un modo de vida ascético -vivían en comunidad y eran estrictos en el estudio de la Escritura y las leyes sobre la pureza. El gran número de estanques de agua y de baños rituales que se descubrieron en el lugar dan testimonio de la importancia de la ablución y la pureza en las vidas de los residentes de Qumrán. Los residentes de Qumrán creían en el antiguo decreto, según el cual la gente nacía como hijos de la luz o hijos de la oscuridad, y su destino estaba predestinado. Ellos se consideraban hijos de la luz. Los miembros de la secta vivían de acuerdo al calendario solar y, a partir de este, establecieron sus propios días sagrados. Hay quienes afirman que el movimiento asceta del cristianismo (los monjes) procedía de este modo de vida. Juan el Bautista vivió una vida asceta en el desierto, predicó la purificación y el arrepentimiento y la tradición dice que estaba en Qumrán. El asentamiento estuvo habitado por unos 200 años, desde el s. II a. C. hasta el 68 d. C. De acuerdo a los hallazgos, allí vivían unas 150-200 personas.
Ruta de la excursión
1. El acueducto, los agujeros con agua y el baño ritual
La visita del sitio comienza con la proyección de una película acerca de la historia de Qumrán. Del vestíbulo sale a un pequeño museo, que ilustra la forma de vida de los residentes. El camino de la visita sale del museo y es totalmente accesible. Desde un pabellón con paneles explicativos sobre Qumrán y el culto de Yahad, el camino pasa el acueducto que llevaba las aguas de las inundaciones invernales al asentamiento. Las aguas de las inundaciones fluyen por el torrente de Qumrán cuando llueve mucho y los residentes de Qumrán traían esa agua por el acueducto a unos agujeros de agua, a estanques y a muchos baños rituales que se construyeron en el asentamiento.
2. La sala de reunión y el comedor
Los arqueólogos en el sitio han identificado los usos de cada uno de los edificios. La primera sala de la visita es la sala de reunión, que usó probablemente la persona responsable de administrar la comunidad y su economía, ya que la propiedad era compartida. De ahí se pasa a un establo y al comedor.
La gente de Qumrán se reunía en el comedor para comer juntos. Antes de la comida se purificarían en sus baños rituales, que están junto al comedor, y llevarían puestas sus ropas santas. De acuerdo a lo que está escrito en los pergaminos, así como por los hallazgos que se han encontrado en las excavaciones, parece que la gente de Qumrán comía pan, dátiles, jarabe de dátiles, productos lácteos y carne de ovejas, cabras y vacas. Se encontraron huesos de animales de granja en recipientes de barro en la cocina. Se descubrieron ollas para cocinar en el patio central de los edificios y, no lejos de este, unos hornos, uno de purificación.
3. El mirador
En el extremo sur del lugar hay un mirador que mira sobre el torrente de Qumrán y la cueva de los pergaminos. El cementerio de Qumrán se encuentra al este del mirador. En este se encontraron unas 1100 tumbas, la mayoría de las cuales pertenecían a hombres. Estaban enterrados en fosos que miraban de norte a sur. Sobre las tumbas había montículos de piedras. La mayoría de los que estaban enterrados eran jóvenes, probablemente porque las inclemencias del tiempo y el modo de vida ascético tenían un efecto disuasorio sobre las personas de más edad, de modo que no viviesen aquí. Se encontró un ostracon (una pieza de cerámica con una inscripción) al pie del muro que separa el lugar del cementerio, conocido como el fragmento del Yahad. Lo que tiene escrito, en un estilo típico del primer siglo a. C., da testimonio de la transferencia de la propiedad desde un hombre llamado Hani a la secta del Yahad.
4. Al scriptorium
El camino accesible pasa por dos hornos de cerámica y una instalación sanitaria. En la instalación sanitaria se encontró también una jarra para lavarse el cuerpo. Junto a otro baño ritual, enfrente de los aseos, están las dos salas del scriptorium. En estas salas, la gente de Qumrán escribió sus pergaminos y leía los libros de las Escrituras. En este sitio se descubrieron mesas de yeso y piedras, que tenían hendiduras. También se encontraron dos tinteros de barro y uno de metal, que se colocaban probablemente en las hendiduras de las mesas. En estas salas se hallaron también cientos de lámparas de barro, lo que significa que también estudiaban de noche.
5. La torre
El edificio que más resalta en el lugar es la torre y se usó naturalmente como un lugar para observar y prevenir los ataques de los nómadas. La torre mira sobre el valle del mar Muerto, el acantilado de HaAtakim y los montes de Moab.
Desde la torre volverá a la entrada del lugar.
Foto : Yael Danino