La cascada de Banyas, una de las más grandes de Israel, es uno de los afluentes del río Jordán. La cascada tiene unos 10 metros de altura y desciende a un estanque natural, exuberante y pastoral. Un sendero de madera permite a los visitantes ver la cascada de cerca y disfrutar de la vista y del sonido del agua corriendo. La Autoridad de Parques y Naturaleza israelí ha construido una pasarela suspendida de 100 metros de longitud sobre una sección del arroyo, que permite a los visitantes caminar cerca de la corriente.