Lugares sagrados
El Monasterio de San Elías, del siglo VI, en la carretera de Jerusalén a Belén, marca el lugar tradicional en el que Elías descansó de su huida de la venganza de Jezabel (1 Reyes 19). Desde el monasterio, hay unas vistas preciosas de Belén, el desierto de Judea, el Herodión y, en ocasiones, el mar Muerto y las montañas de Moab.